Por José Ruiz Mercado
Un día me dijo un amigo ¿Qué tan mediático eres? Otro, aún más atrevido, preguntó ¿Qué harías si estuvieras en un puesto administrativo? Tengo amigos a quienes les encanta cuestionarme; uno más me dijo: ¡Qué hablen! ¡Qué hablen! Aunque sea mal.
Esto parece un meme de mal gusto similar a los aparecidos en las redes sociales al igual que la palabra, un neologismo acuñado por Richard Dawkins en su libro El Gen Egoísta, publicado en 1976.
Dawkins nos lleva a comprender el problema de la cultura; al mencionarnos cómo se guarda la información en nuestro ADN. Lo menos elaborado se queda en una especie de mímesis colectiva, mientras lo complejo tiende a olvidarse.
En dicho libro Dawkins nos comenta de cómo, la generación de unidades mínimas de la acumulación de datos tienden a socializarse cuando los factores culturales son apropiados a partir de la repetición de un hecho.
Dicha repetición queda como una marca, la cual puede transmitirse a generaciones posteriores en mínimos y simplificadas cargas informáticas; a esto le llama el gene egoísta ¿Qué hubiera dicho Freud?
El concepto “meme” tiene como raíz dos palabras: Memoria y Gene. Parte, entonces, del imaginario colectivo, cómo ya lo dije, lo más simple, lo cual se convierte no exclusivamente en verdad, además es una conducta mecánica acorde a la educación recibida.
¿Alguna vez nos hemos preguntado el origen de nuestros gustos? ¿El estado de confort en el cual nos conformamos? De algún modo ésta es la razón por la cual existen familias dedicadas a un oficio específico, pero, además, las necesidades de entretenimiento, de formas de concebir el arte. La cultura que abrevamos.
Tamaño conflicto para quienes ejercen el oficio teatral en una sociedad donde éste está alejado de lo habitual ¿Cómo modificar ese gene? Más aún cuando la modificación ya nos dio otros estratos conductuales, el cine, por ejemplo.
Una sociedad pragmática beneficia lo inmediato. De ahí la nulificación de la historia, de olvidar personajes de la cultura, de pensar en el ahora como lo mejor, de negar a los más viejos a favor de los jóvenes. De facilitar lo mediático. Una de las funciones de las redes sociales, además de las herramientas de la publicidad.
El concepto “meme” tiene varios usos. Es una herramienta del ciber espacio; guardar la información, utilizarla. De ahí las estructuras computacionales. En la genética, pero, además, en la educación cuando ésta se compromete a procesar una metodología coherente a la sociedad contemporánea. Y se minimiza al dejarla como una broma.
Por último, un ejemplo actual. Nos olvidamos de nuestros personajes de la escena, de nuestros pintores, escritores, músicos; se premian a los mediáticos, difícilmente a quienes nos han dado identidad ¿Qué diría Freud?
Y sí, mis amigos tienen razón, más aún quién me afirmó: ¡Qué hablen! ¡Qué hablen! Aunque sea mal. Los publicistas manejan una figura: La contra propaganda. Existe una frase entre los periodistas, lapidaria, como pocas: No hables de X, porque puede llegar a ser famoso.
De ahí la importancia de los teóricos, los investigadores; sólo ellos pueden cambiar el rumbo, siempre y cuando sean mediáticos ¿Qué diría Freud?
Un día me dijo un amigo ¿Qué tan mediático eres? Otro, aún más atrevido, preguntó ¿Qué harías si estuvieras en un puesto administrativo? Tengo amigos a quienes les encanta cuestionarme; uno más me dijo: ¡Qué hablen! ¡Qué hablen! Aunque sea mal.
Esto parece un meme de mal gusto similar a los aparecidos en las redes sociales al igual que la palabra, un neologismo acuñado por Richard Dawkins en su libro El Gen Egoísta, publicado en 1976.
Dawkins nos lleva a comprender el problema de la cultura; al mencionarnos cómo se guarda la información en nuestro ADN. Lo menos elaborado se queda en una especie de mímesis colectiva, mientras lo complejo tiende a olvidarse.
En dicho libro Dawkins nos comenta de cómo, la generación de unidades mínimas de la acumulación de datos tienden a socializarse cuando los factores culturales son apropiados a partir de la repetición de un hecho.
Dicha repetición queda como una marca, la cual puede transmitirse a generaciones posteriores en mínimos y simplificadas cargas informáticas; a esto le llama el gene egoísta ¿Qué hubiera dicho Freud?
El concepto “meme” tiene como raíz dos palabras: Memoria y Gene. Parte, entonces, del imaginario colectivo, cómo ya lo dije, lo más simple, lo cual se convierte no exclusivamente en verdad, además es una conducta mecánica acorde a la educación recibida.
¿Alguna vez nos hemos preguntado el origen de nuestros gustos? ¿El estado de confort en el cual nos conformamos? De algún modo ésta es la razón por la cual existen familias dedicadas a un oficio específico, pero, además, las necesidades de entretenimiento, de formas de concebir el arte. La cultura que abrevamos.
Tamaño conflicto para quienes ejercen el oficio teatral en una sociedad donde éste está alejado de lo habitual ¿Cómo modificar ese gene? Más aún cuando la modificación ya nos dio otros estratos conductuales, el cine, por ejemplo.
Una sociedad pragmática beneficia lo inmediato. De ahí la nulificación de la historia, de olvidar personajes de la cultura, de pensar en el ahora como lo mejor, de negar a los más viejos a favor de los jóvenes. De facilitar lo mediático. Una de las funciones de las redes sociales, además de las herramientas de la publicidad.
El concepto “meme” tiene varios usos. Es una herramienta del ciber espacio; guardar la información, utilizarla. De ahí las estructuras computacionales. En la genética, pero, además, en la educación cuando ésta se compromete a procesar una metodología coherente a la sociedad contemporánea. Y se minimiza al dejarla como una broma.
Por último, un ejemplo actual. Nos olvidamos de nuestros personajes de la escena, de nuestros pintores, escritores, músicos; se premian a los mediáticos, difícilmente a quienes nos han dado identidad ¿Qué diría Freud?
Y sí, mis amigos tienen razón, más aún quién me afirmó: ¡Qué hablen! ¡Qué hablen! Aunque sea mal. Los publicistas manejan una figura: La contra propaganda. Existe una frase entre los periodistas, lapidaria, como pocas: No hables de X, porque puede llegar a ser famoso.
De ahí la importancia de los teóricos, los investigadores; sólo ellos pueden cambiar el rumbo, siempre y cuando sean mediáticos ¿Qué diría Freud?
Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
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