Por José Ruiz Mercado
Isidore Marie Auguste François Xavier Comte quien nació en Montpellier, Francia un 19 de enero de 1798, y murió en París un 5 de septiembre de 1857, padre de la corriente filosófica positivista vivió su momento histórico, con esto, ofreció al mundo una propuesta innovadora.
Su método dio nuevos horizontes al estudiar la sociedad de su momento, las reacciones de la Revolución Industrial, los viajes, pero sobre todo el anteponer la ciencia ante la metafísica imperante. Las naciones nacientes tuvieron así, un arma ideológica ante el gran imperio del cual buscaban liberarse.
El año de 1822 escribe Plan des Traveaux Scientifiques en donde defiende la unidad indisoluble de ciencia y política. Los países adoptantes de este paradigma fundamentan su hacer en el terreno socio - político.
La clave del método radica en su versión de ver a la ciencia como resultado de los fenómenos sujetos a nuestra experiencia, lo absoluto es inaccesible al espíritu humano.
Esto dio pauta a una corriente de la literatura, de la psicología, de la lingüística, del teatro. Emilé Zola, Julio Verne, pero sobre todo Stanislavski, no serían posibles.
Las propuestas del Romanticismo ofrecieron llegar a las experiencias de lo étnico; se dio el nacionalismo. Era necesario voltear a verse, dejar a un lado los cánones griegos propuesto por lo clásico.
El paradigma positivista afirma estos cambios cuando dice el cómo todo conocimiento científico se basa en la experiencia de los sentidos, sólo se avanza mediante la observación y el experimento asociados de un método. Nace el realismo para enseguida el naturalismo
Los estudios de la microbiología a partir de los descubrimientos de nuevas herramientas permitieron ver otros mundos. El mundo se volvió amplio. Los dogmas cayeron. La actuación requería de un método. Fuera la improvisación, la inspiración.
Los dogmas cayeron. Pero no fue para siempre. A pesar del positivismo imperante en la educación actual, en el terreno del arte continúa la idea de la improvisación, de la inspiración; y en los medios, todavía se escucha la pregunta ¿En qué te inspiras? Lo peor es cuando los actuantes comentan: Es que necesito estar inspirado.
A la mitad del Siglo XX viene otro cambio paradigmático con Jean William Fritz Piaget (9 de agosto de 1896/ 16 de septiembre de 1980) cuando afirma cómo el conocimiento es construido a través de las estructuras mentales con el ambiente. Si, es la experiencia, pero éste se da a partir de la historia de vida del individuo.
Con esto constatamos porque un mismo mensaje es entendido de varias condiciones acordes a esa individualidad. Piaget afirma que la madurez en la comprensión abstracta se da entre los quince y dieciséis años. Entonces, si el medio no es el idóneo, la abstracción en la lectura será diferente. Digamos, la calidad de la lectura no es la misma. Por lo tanto la experiencia también. La sensualidad referida por Comte es rebasada.
Por un lado, las múltiples lecturas a un texto se enriquece; el autor nos propone acorde a su visión del mundo. El equipo del montaje le da un significado. Cuantas veces es montada una obra, al tener la multiplicidad sígnica se transforma, la obra crece.
El público escoge acorde a su propia visión otra obra. El crítico abierto ve las características del montaje, el todo escénico y, da su versión de los hechos. La sociedad del conocimiento.
Isidore Marie Auguste François Xavier Comte quien nació en Montpellier, Francia un 19 de enero de 1798, y murió en París un 5 de septiembre de 1857, padre de la corriente filosófica positivista vivió su momento histórico, con esto, ofreció al mundo una propuesta innovadora.
Su método dio nuevos horizontes al estudiar la sociedad de su momento, las reacciones de la Revolución Industrial, los viajes, pero sobre todo el anteponer la ciencia ante la metafísica imperante. Las naciones nacientes tuvieron así, un arma ideológica ante el gran imperio del cual buscaban liberarse.
El año de 1822 escribe Plan des Traveaux Scientifiques en donde defiende la unidad indisoluble de ciencia y política. Los países adoptantes de este paradigma fundamentan su hacer en el terreno socio - político.
La clave del método radica en su versión de ver a la ciencia como resultado de los fenómenos sujetos a nuestra experiencia, lo absoluto es inaccesible al espíritu humano.
Esto dio pauta a una corriente de la literatura, de la psicología, de la lingüística, del teatro. Emilé Zola, Julio Verne, pero sobre todo Stanislavski, no serían posibles.
Las propuestas del Romanticismo ofrecieron llegar a las experiencias de lo étnico; se dio el nacionalismo. Era necesario voltear a verse, dejar a un lado los cánones griegos propuesto por lo clásico.
El paradigma positivista afirma estos cambios cuando dice el cómo todo conocimiento científico se basa en la experiencia de los sentidos, sólo se avanza mediante la observación y el experimento asociados de un método. Nace el realismo para enseguida el naturalismo
Los estudios de la microbiología a partir de los descubrimientos de nuevas herramientas permitieron ver otros mundos. El mundo se volvió amplio. Los dogmas cayeron. La actuación requería de un método. Fuera la improvisación, la inspiración.
Los dogmas cayeron. Pero no fue para siempre. A pesar del positivismo imperante en la educación actual, en el terreno del arte continúa la idea de la improvisación, de la inspiración; y en los medios, todavía se escucha la pregunta ¿En qué te inspiras? Lo peor es cuando los actuantes comentan: Es que necesito estar inspirado.
A la mitad del Siglo XX viene otro cambio paradigmático con Jean William Fritz Piaget (9 de agosto de 1896/ 16 de septiembre de 1980) cuando afirma cómo el conocimiento es construido a través de las estructuras mentales con el ambiente. Si, es la experiencia, pero éste se da a partir de la historia de vida del individuo.
Con esto constatamos porque un mismo mensaje es entendido de varias condiciones acordes a esa individualidad. Piaget afirma que la madurez en la comprensión abstracta se da entre los quince y dieciséis años. Entonces, si el medio no es el idóneo, la abstracción en la lectura será diferente. Digamos, la calidad de la lectura no es la misma. Por lo tanto la experiencia también. La sensualidad referida por Comte es rebasada.
Por un lado, las múltiples lecturas a un texto se enriquece; el autor nos propone acorde a su visión del mundo. El equipo del montaje le da un significado. Cuantas veces es montada una obra, al tener la multiplicidad sígnica se transforma, la obra crece.
El público escoge acorde a su propia visión otra obra. El crítico abierto ve las características del montaje, el todo escénico y, da su versión de los hechos. La sociedad del conocimiento.
Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
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