Por José Ruiz Mercado
¿Cuánto tiempo, si es que éste existe, vamos a continuar en ese cuarto oscuro? ¿Acaso ya nos gustó la oscuridad en el facilismo de la ausencia de investigación? Craso error.
Se habla de la grandeza de los medios, de la información a un clip. Esto en parte es verdadero. Si desconocemos lo elemental ¿Qué buscamos en las redes?
El habitante del cuarto oscuro, de entrada niega, sin fundamentos, la importancia de la Web. El otro habitante, a quién nos negamos a ver, afirma las redes sociales como lo único verdadero. Ambos viven en la oscuridad.
Se habla de los jóvenes como los amos de la informática ¿Verdadero o falso? Luego uno se pregunta cuando sólo reaccionan a la información de ¿qué comieron, a dónde fueron, o a una selfie con comentarios banales? ¿Qué se busca en las redes?
Tengo ahora una revista en mis manos: El número 132, correspondiente a julio/ septiembre del 2017 de Tramoya, la revista emblemática de la Universidad Veracruzana, publicación ejemplar iniciada por Emilio Carballido.
Su editorial inicia con una frase festiva: Hasta bien entrado el siglo XX, la actividad teatral en México estaba centralizada en la capital del país (…) El teatro como actividad literaria o escénica sólo existía con el espaldarazo de la “prensa nacional” es decir las publicaciones de la Ciudad de México.
Algo de esto es cierto. Los medios tienen una fuerte influencia siempre y cuando quienes lo dirigen tengan un conocimiento del tema. La prensa, las revistas, tanto universitarias como independientes ejercen una labor primordial.
El problema llega cuando en las entidades estas publicaciones están ausentes; sólo unas cuantas ven la necesidad de difusión y promoción de las artes; entonces hay que emigrar a dichos espacios.
Tramoya tiene entre sus responsables a personalidades como Francisco Beverido Duhatl, Felipe Reyes Palacios, decanos del arte escénico, tan sólo por mencionar alguno, quienes conforman el cuerpo directivo.
Este número contiene la obra de Adriana Bandín, Marilú Martínez Rodríguez, Luis Guerrero, Arturo Sandoval, Larisa Torres Millarez, Juan Jo Rubio, Adriano Madriles, Esteban Hocegaba. A excepción de Adriana, los demás son oriundos de otros estados de la República. En cada obra se nota esa replica de su proveniencia.
Se agradecen los datos de cada autor. Eso nos permite hacer un seguimiento, tanto a quienes aquí publican como a sus raíces. Cada uno tiene lo propio. Cada uno encierra sus influencias. Se nota la versión de las nuevas generaciones con la presencia de otros maestros de la escena.
Luego viene la pregunta, siempre ociosa, de la conciencia implícita de la formación, y recalco, la necesaria formación, la cual permite crecer, la cual nos lleva a observar, analizar, hacia donde se dirigen, cuánto crecerán.
José Ruiz Mercado
Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
¿Cuánto tiempo, si es que éste existe, vamos a continuar en ese cuarto oscuro? ¿Acaso ya nos gustó la oscuridad en el facilismo de la ausencia de investigación? Craso error.
Se habla de la grandeza de los medios, de la información a un clip. Esto en parte es verdadero. Si desconocemos lo elemental ¿Qué buscamos en las redes?
El habitante del cuarto oscuro, de entrada niega, sin fundamentos, la importancia de la Web. El otro habitante, a quién nos negamos a ver, afirma las redes sociales como lo único verdadero. Ambos viven en la oscuridad.
Se habla de los jóvenes como los amos de la informática ¿Verdadero o falso? Luego uno se pregunta cuando sólo reaccionan a la información de ¿qué comieron, a dónde fueron, o a una selfie con comentarios banales? ¿Qué se busca en las redes?
Tengo ahora una revista en mis manos: El número 132, correspondiente a julio/ septiembre del 2017 de Tramoya, la revista emblemática de la Universidad Veracruzana, publicación ejemplar iniciada por Emilio Carballido.
Su editorial inicia con una frase festiva: Hasta bien entrado el siglo XX, la actividad teatral en México estaba centralizada en la capital del país (…) El teatro como actividad literaria o escénica sólo existía con el espaldarazo de la “prensa nacional” es decir las publicaciones de la Ciudad de México.
Algo de esto es cierto. Los medios tienen una fuerte influencia siempre y cuando quienes lo dirigen tengan un conocimiento del tema. La prensa, las revistas, tanto universitarias como independientes ejercen una labor primordial.
El problema llega cuando en las entidades estas publicaciones están ausentes; sólo unas cuantas ven la necesidad de difusión y promoción de las artes; entonces hay que emigrar a dichos espacios.
Tramoya tiene entre sus responsables a personalidades como Francisco Beverido Duhatl, Felipe Reyes Palacios, decanos del arte escénico, tan sólo por mencionar alguno, quienes conforman el cuerpo directivo.
Este número contiene la obra de Adriana Bandín, Marilú Martínez Rodríguez, Luis Guerrero, Arturo Sandoval, Larisa Torres Millarez, Juan Jo Rubio, Adriano Madriles, Esteban Hocegaba. A excepción de Adriana, los demás son oriundos de otros estados de la República. En cada obra se nota esa replica de su proveniencia.
Se agradecen los datos de cada autor. Eso nos permite hacer un seguimiento, tanto a quienes aquí publican como a sus raíces. Cada uno tiene lo propio. Cada uno encierra sus influencias. Se nota la versión de las nuevas generaciones con la presencia de otros maestros de la escena.
Luego viene la pregunta, siempre ociosa, de la conciencia implícita de la formación, y recalco, la necesaria formación, la cual permite crecer, la cual nos lleva a observar, analizar, hacia donde se dirigen, cuánto crecerán.

Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
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