Por José Ruiz Mercado.
Referente en esta ciudad, sin duda, figura crucial, personaje por sí mismo, nació en San Luis Río Colorado, Sonora, allá por 1955; muere en Guadalajara el 4 de enero de 1992.
Todo un personaje, sí, vuelvo con aquello de la diferencia entre gente y persona. Vuelvo con la ausencia, no sólo de quien se fue, sino de la necesidad de la memoria.
Autor de una identidad urbana, de quien se atrevió a decirle a una sociedad a punto de despertar, quién era, así, desnuda, sin tapujos, sin falsa conciencia, con la previsión, de nuevo lo digo, de reconocerse en el mundo.
Lo regional es la semilla de lo universal, frase con magia. Frase contundente para quién se atreve a ser. Vuelvo con frases hechas. Vuelvo a la revisión de datos, los cuales nos acerquen a esa memoria pérdida.
Guadalajara es semillero de músicos. De aquí han salido los grandes en todos los géneros. Julio Haro fue (es) uno de ellos. Así es recordado por su participación en un grupo emblemático: El Personal.
Recordamos piezas claves como En Guadalajara Fue, o la ya clásica No me Hallo, con esa ironía característica, retrato de la clase media, rompedora de esquemas.
“Me he buscado en el directorio telefónico/En mi cartilla electoral, en los diccionarios/ Y en la filosofía oriental/ Y no me hallo.” Me he buscado en todos los documentos, no me hallo, quizás porque no soy documento, lo dice en un manejo de lenguaje directo, cualitativo, inteligente, sin agresiones verbales, inteligente como conocedor de su idioma.
Figura crucial con una obra que lo trasciende, con una mezcla de los ritmos populares. Hibrido musical característico del momento por él vivido. Esto lo hace aún más grande.
Fue caricaturista. Su participación en revistas como Galimatías, título de una de las publicaciones claves, la cual dio, desde el título, la versión a la época, sin caer en posturas falsas. Galimatías, desorden, algarabía, enredo, galimatías.
En 1983, cuando el grupo Charlot, dirigido por Gabriel Gutiérrez Mojica, cumplió diez años, escribió dos obras: La Venganza de la Mujer Araña, y, Mamá Soy Edipo no Hare Travesuras.
La cultura popular inmersa en personajes teatrales, tales como La Cenicienta en el diván del sicólogo, Una Rebanada de Pan Bimbo, fue parte de la teatralidad, sin olvidarnos del ambiente de feria, aquello de “pasen ustedes a ver a la mujer araña” en una sátira de humor negro (el cual ya de por sí lo es) del corrido de Rosita Álvirez.
Cuando Gabriel Gutiérrez cumple los diez años con su grupo, estrena y edita las obras escritas en un programa denominado Miércoles de Teatro Breve en el Ex – Convento del Carmen. Un hecho insólito en esta ciudad de la desmemoria; la publicación, venta y estreno de dichas obras con el reparto en la primera página. Todo bajo el subsidio de su director.
Las obras de Julio se presentaron en el Teatro Experimental de Jalisco. La Venganza de la Mujer Araña fue estrenada el 24 de octubre de 1983, editada en Diciembre de ese año. Mamá Soy Edipo…continúa a la fecha inédita.
En mayo del 2007 dio el adiós una revista especial: Casiopea, dirigida por Augusto (Martínez Zamudio) Metztli, eran trece números en esa fecha; la portada de Sergio Garval. Fue en homenaje de este personaje, pero más, a esa ciudad que lo vio crecer.
Ahí estuvieron las versiones de quién crecieron con El Personal, de quienes compartimos su obra. El homenaje de quien aún no nos encontramos porque no somos documento.
Al Autor de una identidad urbana, de quien se atrevió a decirle a una sociedad a punto de despertar, quién era, así, desnuda, sin tapujos, con sus espacios recurrentes. A Julio Haro.
José Ruiz Mercado
Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
Referente en esta ciudad, sin duda, figura crucial, personaje por sí mismo, nació en San Luis Río Colorado, Sonora, allá por 1955; muere en Guadalajara el 4 de enero de 1992.
Todo un personaje, sí, vuelvo con aquello de la diferencia entre gente y persona. Vuelvo con la ausencia, no sólo de quien se fue, sino de la necesidad de la memoria.
Autor de una identidad urbana, de quien se atrevió a decirle a una sociedad a punto de despertar, quién era, así, desnuda, sin tapujos, sin falsa conciencia, con la previsión, de nuevo lo digo, de reconocerse en el mundo.
Lo regional es la semilla de lo universal, frase con magia. Frase contundente para quién se atreve a ser. Vuelvo con frases hechas. Vuelvo a la revisión de datos, los cuales nos acerquen a esa memoria pérdida.
Guadalajara es semillero de músicos. De aquí han salido los grandes en todos los géneros. Julio Haro fue (es) uno de ellos. Así es recordado por su participación en un grupo emblemático: El Personal.
Recordamos piezas claves como En Guadalajara Fue, o la ya clásica No me Hallo, con esa ironía característica, retrato de la clase media, rompedora de esquemas.
“Me he buscado en el directorio telefónico/En mi cartilla electoral, en los diccionarios/ Y en la filosofía oriental/ Y no me hallo.” Me he buscado en todos los documentos, no me hallo, quizás porque no soy documento, lo dice en un manejo de lenguaje directo, cualitativo, inteligente, sin agresiones verbales, inteligente como conocedor de su idioma.
Figura crucial con una obra que lo trasciende, con una mezcla de los ritmos populares. Hibrido musical característico del momento por él vivido. Esto lo hace aún más grande.
Fue caricaturista. Su participación en revistas como Galimatías, título de una de las publicaciones claves, la cual dio, desde el título, la versión a la época, sin caer en posturas falsas. Galimatías, desorden, algarabía, enredo, galimatías.
En 1983, cuando el grupo Charlot, dirigido por Gabriel Gutiérrez Mojica, cumplió diez años, escribió dos obras: La Venganza de la Mujer Araña, y, Mamá Soy Edipo no Hare Travesuras.
La cultura popular inmersa en personajes teatrales, tales como La Cenicienta en el diván del sicólogo, Una Rebanada de Pan Bimbo, fue parte de la teatralidad, sin olvidarnos del ambiente de feria, aquello de “pasen ustedes a ver a la mujer araña” en una sátira de humor negro (el cual ya de por sí lo es) del corrido de Rosita Álvirez.
Cuando Gabriel Gutiérrez cumple los diez años con su grupo, estrena y edita las obras escritas en un programa denominado Miércoles de Teatro Breve en el Ex – Convento del Carmen. Un hecho insólito en esta ciudad de la desmemoria; la publicación, venta y estreno de dichas obras con el reparto en la primera página. Todo bajo el subsidio de su director.
Las obras de Julio se presentaron en el Teatro Experimental de Jalisco. La Venganza de la Mujer Araña fue estrenada el 24 de octubre de 1983, editada en Diciembre de ese año. Mamá Soy Edipo…continúa a la fecha inédita.
En mayo del 2007 dio el adiós una revista especial: Casiopea, dirigida por Augusto (Martínez Zamudio) Metztli, eran trece números en esa fecha; la portada de Sergio Garval. Fue en homenaje de este personaje, pero más, a esa ciudad que lo vio crecer.
Ahí estuvieron las versiones de quién crecieron con El Personal, de quienes compartimos su obra. El homenaje de quien aún no nos encontramos porque no somos documento.
Al Autor de una identidad urbana, de quien se atrevió a decirle a una sociedad a punto de despertar, quién era, así, desnuda, sin tapujos, con sus espacios recurrentes. A Julio Haro.

Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
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