Por José Ruiz Mercado.
Hace unos ayeres, tantos como del 2004, fue editado por Vervuet° Iberoamericana (coedición Madrid/ Frankfurt) Un viaje sin fin° Teatro Mexicano de hoy. Un libro de antología, debiera decir antológico; pero es ambas.
Autores cómo George W. Woodyard, Francisco Beverido Duhalt, Jacqueline Eyring Bixler, Rodolfo Obregón, Fernando de Ita, Daniel Meyran, Jaime Chabaud, Heidrun Adler, entre otros, nos ofrecen una óptica de la heterogeneidad del teatro mexicano.
En este libro hablan de la obra de Emilio Carballido, Elena Garro, Vicente Leñero, Jesús González Dávila, Sabina Berman, Bertha Hiriart, Estela Leñero, Ximena Escalante, Cutberto López, Hugo Salcedo, Ángel Norzagaray, Enrique Mijares, Víctor Hugo Rascón Banda, Teresa Riggen, Diego Figueroa y una larga lista de ópticas y estilos, por lo cual se convierte de antología.
Heterogéneo es el teatro mexicano como lo es su vastedad cultural. Quizás por eso no podemos hablar así tajante de lo mexicano, ni podamos tampoco hablar de un estilo característico, sino de muchas voces.
Hace falta un estudio a fondo de sus autores. Pero también hace falta conocer a esos autores. Adentrarnos en esa realidad compleja, como ya lo apuntaba Jaime Chabaud en ese libro, en esa realidad de las múltiples voces con el bajo impacto de los mínimos montajes.
Este libro, este viaje a través de los partícipes de la escena, nos da un panorama de la importancia de lo nuestro, de los directores importantes para la escena (de la Ciudad de México), de los dramaturgos, esos sí, del Norte, del Occidente, de la Ciudad de México. Desde un contexto socio-histórico.
La necesidad de revisar el teatro del Norte la inició Oscar Liera, quien, después de consolidarse en la Ciudad de México, regresa a su natal Sinaloa, para crear el Taller de Teatro de la Universidad Autónoma de Sinaloa (TATUAS).
Escribe Francisco Beverido: Si este personaje (se refiere a Liera) no fuese la base para ese movimiento, está claro que su ejemplo se erige como el parte aguas que definirá el carácter de mucho del teatro que se hace fuera de la Capital del País.
Al hablar Beverido de Cutberto López, dice: El conocimiento que tiene Cutberto de la gente y de su región está claro también en el manejo del lenguaje, ya que en él, su uso de giros lingüísticos propios de una zona o de una actividad (…); constituyen un elemento esencial para la configuración del personaje, que lo identifica y lo caracteriza.
Es en esta búsqueda del lenguaje, en esta lectura de lo cotidiano que Cutberto se muestre como parte de una comunidad. Sabe donde pisa, sabe de su público.
Otro punto importante de este tomo son las notas de quién escribió. Para el lector profesional, se vuelve herramienta indispensable, un punto para el análisis y el seguimiento de la escena nacional.
José Ruiz Mercado
Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
Hace unos ayeres, tantos como del 2004, fue editado por Vervuet° Iberoamericana (coedición Madrid/ Frankfurt) Un viaje sin fin° Teatro Mexicano de hoy. Un libro de antología, debiera decir antológico; pero es ambas.
Autores cómo George W. Woodyard, Francisco Beverido Duhalt, Jacqueline Eyring Bixler, Rodolfo Obregón, Fernando de Ita, Daniel Meyran, Jaime Chabaud, Heidrun Adler, entre otros, nos ofrecen una óptica de la heterogeneidad del teatro mexicano.
En este libro hablan de la obra de Emilio Carballido, Elena Garro, Vicente Leñero, Jesús González Dávila, Sabina Berman, Bertha Hiriart, Estela Leñero, Ximena Escalante, Cutberto López, Hugo Salcedo, Ángel Norzagaray, Enrique Mijares, Víctor Hugo Rascón Banda, Teresa Riggen, Diego Figueroa y una larga lista de ópticas y estilos, por lo cual se convierte de antología.
Heterogéneo es el teatro mexicano como lo es su vastedad cultural. Quizás por eso no podemos hablar así tajante de lo mexicano, ni podamos tampoco hablar de un estilo característico, sino de muchas voces.
Hace falta un estudio a fondo de sus autores. Pero también hace falta conocer a esos autores. Adentrarnos en esa realidad compleja, como ya lo apuntaba Jaime Chabaud en ese libro, en esa realidad de las múltiples voces con el bajo impacto de los mínimos montajes.
Este libro, este viaje a través de los partícipes de la escena, nos da un panorama de la importancia de lo nuestro, de los directores importantes para la escena (de la Ciudad de México), de los dramaturgos, esos sí, del Norte, del Occidente, de la Ciudad de México. Desde un contexto socio-histórico.
La necesidad de revisar el teatro del Norte la inició Oscar Liera, quien, después de consolidarse en la Ciudad de México, regresa a su natal Sinaloa, para crear el Taller de Teatro de la Universidad Autónoma de Sinaloa (TATUAS).
Escribe Francisco Beverido: Si este personaje (se refiere a Liera) no fuese la base para ese movimiento, está claro que su ejemplo se erige como el parte aguas que definirá el carácter de mucho del teatro que se hace fuera de la Capital del País.
Al hablar Beverido de Cutberto López, dice: El conocimiento que tiene Cutberto de la gente y de su región está claro también en el manejo del lenguaje, ya que en él, su uso de giros lingüísticos propios de una zona o de una actividad (…); constituyen un elemento esencial para la configuración del personaje, que lo identifica y lo caracteriza.
Es en esta búsqueda del lenguaje, en esta lectura de lo cotidiano que Cutberto se muestre como parte de una comunidad. Sabe donde pisa, sabe de su público.
Otro punto importante de este tomo son las notas de quién escribió. Para el lector profesional, se vuelve herramienta indispensable, un punto para el análisis y el seguimiento de la escena nacional.

Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
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