Por José Ruiz Mercado.
La visión abierta de una institución universitaria en los años cuarenta permitió colocar los cimientos a un teatro lleno de propuestas aisladas y remedos de estilos, los cuales, poco ó nada, tenían con la circunstancia de su momento.
La UNAM se convierte en la forjadora de dicha estructura acorde al ámbito de un país a la búsqueda de su identidad. Los grupos, sus propuestas; los antecedentes abrieron camino, sí, pero las circunstancias socio-políticas, impidieron su consolidación.
Los movimientos políticos de la Revolución, posteriormente la guerra cristera, aunado a la crisis económica del 29, auspició a una división ideológica entre los grupos beligerantes.
Se apostó entonces a la cultura como integradora de la paz social. Nace entonces un organismo vector, el Instituto Nacional de Bellas Artes. Binomio enriquecedor de un movimiento generador del teatro del Siglo XX.
Por un lado, el universitario, Rodolfo Usigli, Fernando Wagner, Seki Sano y Allan Lewis, el teórico olvidado. Por el otro, como jefe del departamento de teatro: Salvador Novo.
En el teatro universitario se dio un movimiento, el cual mostró la vertiente de otra estructura escénica diferente a la que ya se conocía con Poesía en Voz Alta, en donde se mostró otra cara.
Salvador Novo abrió la puerta del gran coliseo de Palacio de Bellas Artes a los nuevos, los jóvenes de su momento: Emilio Carballido. Se da el gran movimiento de los cincuenta con Luisa Josefina Hernández, el propio Carballido, entre otros.
La ciudad crecía, las necesidades urbanas con ello. El teatro con temática urbana, con alusiones directas, con espacios reconocidos, las vecindades, los suburbios, los barrios.
Ya desde los cuarenta, Rodolfo Usigli se venía perfilando como el teórico, lo cual lo llevó a escribir obras de gran realce, lo histórico en lo ahistórico. Y escribe El Gesticulador.
Luego vendrá Vicente Leñero con su propuesta. Y escribirá Compañero, y escribirá Los Albañiles, y el teatro se verá engrandecido y, ya no será el mismo, por lo menos en el D.F.
José Ruiz Mercado
Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
La visión abierta de una institución universitaria en los años cuarenta permitió colocar los cimientos a un teatro lleno de propuestas aisladas y remedos de estilos, los cuales, poco ó nada, tenían con la circunstancia de su momento.
La UNAM se convierte en la forjadora de dicha estructura acorde al ámbito de un país a la búsqueda de su identidad. Los grupos, sus propuestas; los antecedentes abrieron camino, sí, pero las circunstancias socio-políticas, impidieron su consolidación.
Los movimientos políticos de la Revolución, posteriormente la guerra cristera, aunado a la crisis económica del 29, auspició a una división ideológica entre los grupos beligerantes.
Se apostó entonces a la cultura como integradora de la paz social. Nace entonces un organismo vector, el Instituto Nacional de Bellas Artes. Binomio enriquecedor de un movimiento generador del teatro del Siglo XX.
Por un lado, el universitario, Rodolfo Usigli, Fernando Wagner, Seki Sano y Allan Lewis, el teórico olvidado. Por el otro, como jefe del departamento de teatro: Salvador Novo.
En el teatro universitario se dio un movimiento, el cual mostró la vertiente de otra estructura escénica diferente a la que ya se conocía con Poesía en Voz Alta, en donde se mostró otra cara.
Salvador Novo abrió la puerta del gran coliseo de Palacio de Bellas Artes a los nuevos, los jóvenes de su momento: Emilio Carballido. Se da el gran movimiento de los cincuenta con Luisa Josefina Hernández, el propio Carballido, entre otros.
La ciudad crecía, las necesidades urbanas con ello. El teatro con temática urbana, con alusiones directas, con espacios reconocidos, las vecindades, los suburbios, los barrios.
Ya desde los cuarenta, Rodolfo Usigli se venía perfilando como el teórico, lo cual lo llevó a escribir obras de gran realce, lo histórico en lo ahistórico. Y escribe El Gesticulador.
Luego vendrá Vicente Leñero con su propuesta. Y escribirá Compañero, y escribirá Los Albañiles, y el teatro se verá engrandecido y, ya no será el mismo, por lo menos en el D.F.

Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
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