Por José Ruiz Mercado.
Cambios de siglo. México, sus teatros, su relación interna. Los focos de atención. Autores, grupos, necesidades de un público con cierta capacidad económica. Legitimar, o no, al Estado.
Inicios de siglo. Porfirio Díaz en el poder. Paz y progreso como emblemas del régimen. El modernismo como eje vector. Movimiento literario que se desarrolló en España y en Hispanoamérica a finales del siglo XIX y principios del XX. Se caracteriza por el cuidado de la sonoridad de la lengua, el refinamiento de la expresión y una sensibilidad abierta a diversas culturas, sobre todo a la francesa. Rezan los diccionarios.
En esta sensibilidad abierta, la cultura mexicana de su momento, rompe con los rezagos de un romanticismo tardío que raya en la cursilería sensiblera, mientras las revistas de la época editan la buena nueva.
Federico Gamboa estrena, en 1905, La Venganza de la Gleba, en un enlace entre el pos romanticismo y el modernismo. Por lo cual podemos llamarla como una obra de transición, la cual dejará huella, por su manejo de imágenes en su amor al campo, en el cine mexicano.
Otra obra de este periodo de transición, lo es La Sirena Roja, escrita en 1908, publicada siete años después, de Marcelino Dávalos. La Sirena…es una clara metáfora de la Revolución. La Sirena Roja es un grito de rebeldía, la posibilidad de cambio. Las acotaciones, no explícitas, dibujan el ambiente. Elemento clave, el cual, permite el proceso creativo. Un hallazgo en la dramaturgia.
Las dos obras abren el siglo, dejan huella, abren la posibilidad de nueva estética en el teatro, desarrollan una propuesta de actuación diferente a la declamación, tan gustada en ese periodo, además de ofrecer una revisión a la escena en el trabajo escenográfico.
Mauricio Magdaleno con Pánuco 137, estrenada en 1932; Emiliano Zapata, en 1937, estilísticamente, nos lleva al simbolismo. Con una sencillez escenográfica y su manejo de la luz.
Analizar estas obras nos llevan a un estudio de la iluminación como elemento dramático. Los claro oscuros de ésta, nos llevan a todo un tratado de la iluminación.
El contraste generado por la oscuridad nos permite llegar a la creación de atmósferas en una dramaticidad en donde las palabras sobran. Imágenes llevadas a la percepción visual propia del cine.
No es gratuito el hecho de que, los primeros filmes, sostienen estos contrastes, los cuales nos remiten a los autores del Taller de la Gráfica Popular Mexicana, a los pintores estridentistas, a Diego Rivera o a José Clemente Orozco.
El teatro mexicano de los primeros cuarenta años está lleno de propuestas, a la fecha poco estudiadas. Salvo unos cuántos, el resto ha pasado olvidado. En parte por una educación especializada, en parte por el euro centrismo ideologizado desde el XIX.
Quizá sea necesario dejar a un lado la satanización hecha a Porfirio Díaz y, revisar desde cuando tenemos los conceptos del positivismo. Quizá sea necesario el dejar de creer en la idealización del arte. Quizá no nos hemos cuestionado a nosotros ¿En dónde piso? Quizá ni siquiera ha sido una necesidad. Quizá.
José Ruiz Mercado
Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
Cambios de siglo. México, sus teatros, su relación interna. Los focos de atención. Autores, grupos, necesidades de un público con cierta capacidad económica. Legitimar, o no, al Estado.
Inicios de siglo. Porfirio Díaz en el poder. Paz y progreso como emblemas del régimen. El modernismo como eje vector. Movimiento literario que se desarrolló en España y en Hispanoamérica a finales del siglo XIX y principios del XX. Se caracteriza por el cuidado de la sonoridad de la lengua, el refinamiento de la expresión y una sensibilidad abierta a diversas culturas, sobre todo a la francesa. Rezan los diccionarios.
En esta sensibilidad abierta, la cultura mexicana de su momento, rompe con los rezagos de un romanticismo tardío que raya en la cursilería sensiblera, mientras las revistas de la época editan la buena nueva.
Federico Gamboa estrena, en 1905, La Venganza de la Gleba, en un enlace entre el pos romanticismo y el modernismo. Por lo cual podemos llamarla como una obra de transición, la cual dejará huella, por su manejo de imágenes en su amor al campo, en el cine mexicano.
Otra obra de este periodo de transición, lo es La Sirena Roja, escrita en 1908, publicada siete años después, de Marcelino Dávalos. La Sirena…es una clara metáfora de la Revolución. La Sirena Roja es un grito de rebeldía, la posibilidad de cambio. Las acotaciones, no explícitas, dibujan el ambiente. Elemento clave, el cual, permite el proceso creativo. Un hallazgo en la dramaturgia.
Las dos obras abren el siglo, dejan huella, abren la posibilidad de nueva estética en el teatro, desarrollan una propuesta de actuación diferente a la declamación, tan gustada en ese periodo, además de ofrecer una revisión a la escena en el trabajo escenográfico.
Mauricio Magdaleno con Pánuco 137, estrenada en 1932; Emiliano Zapata, en 1937, estilísticamente, nos lleva al simbolismo. Con una sencillez escenográfica y su manejo de la luz.
Analizar estas obras nos llevan a un estudio de la iluminación como elemento dramático. Los claro oscuros de ésta, nos llevan a todo un tratado de la iluminación.
El contraste generado por la oscuridad nos permite llegar a la creación de atmósferas en una dramaticidad en donde las palabras sobran. Imágenes llevadas a la percepción visual propia del cine.
No es gratuito el hecho de que, los primeros filmes, sostienen estos contrastes, los cuales nos remiten a los autores del Taller de la Gráfica Popular Mexicana, a los pintores estridentistas, a Diego Rivera o a José Clemente Orozco.
El teatro mexicano de los primeros cuarenta años está lleno de propuestas, a la fecha poco estudiadas. Salvo unos cuántos, el resto ha pasado olvidado. En parte por una educación especializada, en parte por el euro centrismo ideologizado desde el XIX.
Quizá sea necesario dejar a un lado la satanización hecha a Porfirio Díaz y, revisar desde cuando tenemos los conceptos del positivismo. Quizá sea necesario el dejar de creer en la idealización del arte. Quizá no nos hemos cuestionado a nosotros ¿En dónde piso? Quizá ni siquiera ha sido una necesidad. Quizá.

Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
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