Por José Ruiz Mercado
Me llama la atención el como, en todas las áreas de estudio se comenta la importancia de la historia y sus consecuencias, menos en el arte. Acabo de leer un libro de matemáticas de Enrique Gracián: Los Números Primos, en donde se dice.
Lo remarcable es el hecho de que el conocimiento científico en general y el matemático en particular nunca se deben a la mano de una sola persona. Si es cierto que a alguna de ellas se les atribuyen grandes descubrimientos, pero han surgido en el seno de una comunidad matemática. Ello requiere la existencia de escritos, escuelas, lugares de reunión y centros con capacidad de aglutinar información y de establecer redes de comunicación entre los científicos.
Y continúa más adelante: Las posibilidades de comunicación han alcanzado las cotas más altas de la historia de la Humanidad. La comunicación on line permite poner un descubrimiento o avance científico al alcance de cualquiera que desee tener acceso a él, y, además de forma inmediata. Sin embargo, la necesidad de almacenar información para que otros la puedan utilizar es algo común a cualquier época de la historia; es lo que constituye el legado cultural de una sociedad.
En la educación artística, por su carga ideológica, por su eurocentrismo en México, nos perdemos en descubrir el agua tibia a cada momento. A la historia se le considera como algo externo, no como una ciencia. Nos olvidamos que formamos parte de una sociedad.
La sociedad del conocimiento, la cual nos hace referencia Gracián, forma parte de nuestro hacer. Un ejemplo claro, en nuestros días, es el llamado micro teatro. Nos olvidamos de las aportaciones de Luisa Josefina Hernández con su Calle de la Gran Ocasión, entre otras muchas aportaciones de dramaturgos del México nuestro.
Para los años 60 tenemos dos autores claves en la revisión de la escena y los acontecimientos de ese momento. La lucha generacional se ve clara y precisa en Miguel Ángel Tenorio, con la obra En Español se dice Abismo; estrenada en el Teatro Tlatelolco, hace algunos ayeres.
El conflicto, enfrentamiento, entre el conservadurismo de un padre con su hija. Una historia estrujante, conflictiva y, que a la fecha, nos permite entender la lucha actual generada al seno de las familias.
Otro autor con su obra de esos años, sin duda alguna, fue Enrique Ballesté (+) con Mínimo Quiere Saber. La visión de un niño no deseado que desea la paz del mundo. Los años previos a la guerra fría, el 68, la guerra de Corea, y Viet-Nam.
Ballesté es todo un personaje. Integrante del Grupo Zumbón, el cual, con su música participa en el movimiento de la llamada música de protesta; misma que dio pauta, junto con las aportaciones de la Nueva Trova Cubana, y posteriormente con lo generado por la Invasión inglesa a las Islas Malvinas, en Argentina: Rock en tu Idioma.
No podemos olvidarnos de la difusión hecha por Discos Pueblo, y posteriormente por otra marca independiente Nueva Cultura Latinoamericana, a que conociéramos la otra música.
Nada se da aislado. Todo tiene un antecedente. Somos una sociedad del conocimiento, la cual, muchas veces el tecnicismo y la sobre especialización escolar nos impide entender.
José Ruiz Mercado
Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
Me llama la atención el como, en todas las áreas de estudio se comenta la importancia de la historia y sus consecuencias, menos en el arte. Acabo de leer un libro de matemáticas de Enrique Gracián: Los Números Primos, en donde se dice.
Lo remarcable es el hecho de que el conocimiento científico en general y el matemático en particular nunca se deben a la mano de una sola persona. Si es cierto que a alguna de ellas se les atribuyen grandes descubrimientos, pero han surgido en el seno de una comunidad matemática. Ello requiere la existencia de escritos, escuelas, lugares de reunión y centros con capacidad de aglutinar información y de establecer redes de comunicación entre los científicos.
Y continúa más adelante: Las posibilidades de comunicación han alcanzado las cotas más altas de la historia de la Humanidad. La comunicación on line permite poner un descubrimiento o avance científico al alcance de cualquiera que desee tener acceso a él, y, además de forma inmediata. Sin embargo, la necesidad de almacenar información para que otros la puedan utilizar es algo común a cualquier época de la historia; es lo que constituye el legado cultural de una sociedad.
En la educación artística, por su carga ideológica, por su eurocentrismo en México, nos perdemos en descubrir el agua tibia a cada momento. A la historia se le considera como algo externo, no como una ciencia. Nos olvidamos que formamos parte de una sociedad.
La sociedad del conocimiento, la cual nos hace referencia Gracián, forma parte de nuestro hacer. Un ejemplo claro, en nuestros días, es el llamado micro teatro. Nos olvidamos de las aportaciones de Luisa Josefina Hernández con su Calle de la Gran Ocasión, entre otras muchas aportaciones de dramaturgos del México nuestro.
Para los años 60 tenemos dos autores claves en la revisión de la escena y los acontecimientos de ese momento. La lucha generacional se ve clara y precisa en Miguel Ángel Tenorio, con la obra En Español se dice Abismo; estrenada en el Teatro Tlatelolco, hace algunos ayeres.
El conflicto, enfrentamiento, entre el conservadurismo de un padre con su hija. Una historia estrujante, conflictiva y, que a la fecha, nos permite entender la lucha actual generada al seno de las familias.
Otro autor con su obra de esos años, sin duda alguna, fue Enrique Ballesté (+) con Mínimo Quiere Saber. La visión de un niño no deseado que desea la paz del mundo. Los años previos a la guerra fría, el 68, la guerra de Corea, y Viet-Nam.
Ballesté es todo un personaje. Integrante del Grupo Zumbón, el cual, con su música participa en el movimiento de la llamada música de protesta; misma que dio pauta, junto con las aportaciones de la Nueva Trova Cubana, y posteriormente con lo generado por la Invasión inglesa a las Islas Malvinas, en Argentina: Rock en tu Idioma.
No podemos olvidarnos de la difusión hecha por Discos Pueblo, y posteriormente por otra marca independiente Nueva Cultura Latinoamericana, a que conociéramos la otra música.
Nada se da aislado. Todo tiene un antecedente. Somos una sociedad del conocimiento, la cual, muchas veces el tecnicismo y la sobre especialización escolar nos impide entender.

Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
Comentarios
Publicar un comentario