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EL TEATRO Y EL SER HUMANO (Parte 1)

Por Ignacio Ayala
“El teatro no da respuestas, plantea preguntas”

¿Cuál es la razón por la que escogí hacer teatro?, Es la pregunta que siempre me planteo antes de iniciar cualquier proyecto en el que me voy a involucrar. Bien sea como actor, director o pedagogo, es importante recordar qué es lo que me compromete con esta profesión y si el proyecto que voy a realizar alimenta ese compromiso de vida o es una simple chamba.

¿Por qué teatro?  El teatro es una de las bellas artes que conjunta en su representación escénica, todas las demás artes

El teatro tiene un origen ritual, puesto que el hombre cuando aparece sobre la tierra, se plantea muchas preguntas, y para responderlas crea el arte, y en particular el arte escénico, donde a través de danzas o representaciones se conecta con los fenómenos naturales y rinde culto a sus Dioses.

En mi larga trayectoria como docente en artes escénicas, he ido descubriendo la importancia que tiene el teatro en la vida del individuo y en la sociedad, desde dos puntos de vista:

  1. Como hecho teatral

  2. Como herramienta en la formación del individuo


El hecho teatral muestra al individuo aspectos de la realidad con una visión estética y lo ayuda a comprender mejor su paso por este mundo. La tragedia griega mostraba en cada personaje tipos de caracteres y vicios del alma humana. Es así que la psicología toma dos tragedias griegas de Sófocles (EDIPO Y ELECTRA) para tipificar rasgos de conducta en el desarrollo del individuo.

En la puesta en escena, el individuo asiste (casi siempre) a una representación que le muestra un aspecto de la realidad en la que vive, y puede o no identificarse con alguno de los personajes, pero siempre hay la posibilidad de vivir con ellos la catarsis, para purificar sus pasiones y redimirse con ellos.

En particular me tocó ver esta experiencia con la mujer que hacía el aseo en el teatro donde yo ensayaba la obra “Hoy es un buen día para morir”, texto que escribí y puse en escena hace algunos años. Este texto aborda el tema de la violencia intrafamiliar y el suicidio.

La mujer entraba de vez en cuando a ver partes del ensayo, hasta que un día que por fin pudo ver la obra completa; se acercó con lágrimas en los ojos y me dijo que ella había vivido una situación muy similar, y que la obra le había ayudado a entender un poco su dolor, a perdonarse y a perdonar.

Me quedé mudo, pero agradecí infinitamente este gran regalo del Dios BACO, inspirador entre los griegos de las artes escénicas, y me comprometí con él, a que mi trabajo siempre moviera un poco el espíritu de mis espectadores.

Ignacio Ayala

Actor de teatro cine y televisión.
Maestro de actuación.
Escritor de sueños. Creador de imágenes para la escena.
Compartiendo mis logros y mis locuras.

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