Por José Ruiz Mercado
La metáfora del cuarto oscuro es vigente mientras desconozcamos a nuestros antecesores. O bien, podemos enunciar las consejas de la abuela: En tierra de ciegos el tuerto es rey.
El panorama de la actividad artística, concretamente en México, radica en la peculiar ausencia (con excepción de algunos garbanzos de a libra) radica en esa ausencia del seguimiento, tanto de quienes tendrían como obligatoriedad la de seguir la trayectoria de los autores y sus obras.
El trabajo de los mínimos estudiosos se ve minimizado por la creencia en los sectores de la población (incluyendo el medio artístico) del facilismo y el miedo a la teoría.
Sin embargo sus aportaciones son valiosas para el seguimiento de la historia de la escena. Más aún cuando ésta se vuelve documento en los medios impresos y, posteriormente en libro.
Tal es el caso de Olga Harmony, de quién comenté en otra ocasión, y que en este noviembre nos deja a los noventa años. Hoy, la recuerdo, comparto con ustedes, lectores, lo dicho en otra ocasión.
“Por muchos años la crítica de Olga Harmony fue decisiva, incluso temida, certera, sin concesiones. Esto la hizo referencia obligada para la escena en la Ciudad de México, y, por la efectividad en la difusión de los medios en donde escribió, el catálogo de obras para los grupos fuera de la entidad.
Gran conocedora del teatro. Su obra dramatúrgica ha sido poco estudiada. Premiada, avaló en sus escritos a autores como Hugo Hiriart; no en exclusiva por su dramaturgia plena de posibilidades escénicas y literarias, sino además por sus textos de estética.
Volver a leer las notas de Olga nos remonta a Intimidad, la cual, como ella misma dice, con esta obra llega a su clímax como dramaturgo al manejar elementos del Realismo al Expresionismo, al distanciamiento brechtiano. Van del Surrealismo a lo didáctico religioso de la sexualidad.
Y qué decir de la obra de Óscar Liera, con la multicitada Cúcara y Mácara, la obra analítica de los vínculos del poder, la cual pone al descubierto, entre otras, el antifeminismo institucional.
Y qué decir de su militancia hacia los montajes de autores mexicanos, su crítica hacia ese público deseoso de ver a autores extranjeros, de engolosinarse con los actores de televisión.
Olga escribió varias obras, entre otras: La Ley de Creón, en 1974, que, para varios críticos, es una de las obras mejor logradas de ese periodo y, el texto cumbre de Harmony.
No podemos olvidar El lado humano, la historia de un periodista que se enfrenta a la ética de su oficio, o, Nuevo día, cuya acción se remonta previa a la Revolución mexicana.
En 2014 Olga Harmony se despide del periodismo. Nos deja una lección en el quehacer cultural, en la verdadera crítica teatral. Un libro Ires y venires del teatro en México, editado en 1996, en la colección Periodismo cultural, por CONACULTA.”
Vaya este como un homenaje a su obra, sus aportaciones a la escena, a quién, como ciudadana ejemplar, no le tuvo miedo a la teoría.
José Ruiz Mercado
Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
La metáfora del cuarto oscuro es vigente mientras desconozcamos a nuestros antecesores. O bien, podemos enunciar las consejas de la abuela: En tierra de ciegos el tuerto es rey.
El panorama de la actividad artística, concretamente en México, radica en la peculiar ausencia (con excepción de algunos garbanzos de a libra) radica en esa ausencia del seguimiento, tanto de quienes tendrían como obligatoriedad la de seguir la trayectoria de los autores y sus obras.
El trabajo de los mínimos estudiosos se ve minimizado por la creencia en los sectores de la población (incluyendo el medio artístico) del facilismo y el miedo a la teoría.
Sin embargo sus aportaciones son valiosas para el seguimiento de la historia de la escena. Más aún cuando ésta se vuelve documento en los medios impresos y, posteriormente en libro.
Tal es el caso de Olga Harmony, de quién comenté en otra ocasión, y que en este noviembre nos deja a los noventa años. Hoy, la recuerdo, comparto con ustedes, lectores, lo dicho en otra ocasión.
“Por muchos años la crítica de Olga Harmony fue decisiva, incluso temida, certera, sin concesiones. Esto la hizo referencia obligada para la escena en la Ciudad de México, y, por la efectividad en la difusión de los medios en donde escribió, el catálogo de obras para los grupos fuera de la entidad.
Gran conocedora del teatro. Su obra dramatúrgica ha sido poco estudiada. Premiada, avaló en sus escritos a autores como Hugo Hiriart; no en exclusiva por su dramaturgia plena de posibilidades escénicas y literarias, sino además por sus textos de estética.
Volver a leer las notas de Olga nos remonta a Intimidad, la cual, como ella misma dice, con esta obra llega a su clímax como dramaturgo al manejar elementos del Realismo al Expresionismo, al distanciamiento brechtiano. Van del Surrealismo a lo didáctico religioso de la sexualidad.
Y qué decir de la obra de Óscar Liera, con la multicitada Cúcara y Mácara, la obra analítica de los vínculos del poder, la cual pone al descubierto, entre otras, el antifeminismo institucional.
Y qué decir de su militancia hacia los montajes de autores mexicanos, su crítica hacia ese público deseoso de ver a autores extranjeros, de engolosinarse con los actores de televisión.
Olga escribió varias obras, entre otras: La Ley de Creón, en 1974, que, para varios críticos, es una de las obras mejor logradas de ese periodo y, el texto cumbre de Harmony.
No podemos olvidar El lado humano, la historia de un periodista que se enfrenta a la ética de su oficio, o, Nuevo día, cuya acción se remonta previa a la Revolución mexicana.
En 2014 Olga Harmony se despide del periodismo. Nos deja una lección en el quehacer cultural, en la verdadera crítica teatral. Un libro Ires y venires del teatro en México, editado en 1996, en la colección Periodismo cultural, por CONACULTA.”
Vaya este como un homenaje a su obra, sus aportaciones a la escena, a quién, como ciudadana ejemplar, no le tuvo miedo a la teoría.

Dramaturgo, escritor, director, actor y docente.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Autor de numerosos libros de poesía, teatro, narrativa y ensayo.
Comentarios
Publicar un comentario